Dieta para embarazadas con sobrepeso, un tema algo complejo debido a los multiples factores a tomar en cuenta para implementar un régimen alimenticio adecuado para la mujer embarazada, que mejore su estado de salud y el de su bebé. Lo primero que debemos saber al respecto es que ser obeso es una condición que predispone a muchas enfermedades, por tanto, lo primero que una mujer obesa debe considerar antes de quedar embarazada es la posibilidad de disminuir su peso antes de concebir.
Sin embargo, no siempre es posible lograr esta meta. Pues bien, en estos casos, se debe orientar a la próxima madre en el camino de la buena alimentación para que logre garantizar el buen término de su embarazo, en las mejores condiciones de salud que sean posibles de lograr tanto para ella como para su bebé. En las próximas líneas encontraras consejos claves para mantener una alimentación balanceada durante el embarazo en el caso de que seas una futura madre en condición de obesidad.
Tips Básicos a tomar en cuenta en la dieta de una mujer embarazada y obesa.
Primero. Referente a tu peso. Cualquier régimen de alimentación que tomes, debe estar enfocado en evitar la ganancia de peso en exceso. Muchos autores utilizan ciertos valores de referencia, entre ellos, que una mujer con sobrepeso no debería aumentar mas de cuatro kilogramos de peso durante todo el embarazo. Otros, el valor estándar promedio para todas las embarazadas, es decir, no mas de dos libras o un kilogramo de peso al mes después del primer trimestre del embarazo.
En cualquier caso, todos recalcan la importancia de no perder peso durante el embarazo, pues esto no reporta resultados benéficos para el desarrollo del bebé. Este último es un asunto difícil, pues en muchos casos, adoptar las pautas básicas de una alimentación saludable podría por sí mismo causar la pérdida de peso. Sin embargo, todos los autores defienden el cambio de los hábitos alimenticios poco saludables. De cualquier manera, las metas en el peso se enfocan en no perder peso y ganar poco durante el embarazo.
Segundo: Dieta sana. Recordemos que la obesidad es una patología multifactorial. La genética, la cultura, las características étnicas, las condiciones metabólicas especiales, y la mala alimentación, tienen que ver en su aparición. Una dieta sana para una mujer embarazada se enfoca en consumir al menos cinco porciones de frutas o vegetales al día, los que tienen mayor contenido en ácido fólico y hierro son muy convenientes, tal es el caso del brócoli, las espinacas, el coliflor, las fresas y moras, el pimentón, las guayabas son excelente opción, considerando que los hijos de mujeres obesas tienen mayor incidencia de malformaciones del sistema nervioso central, tales como espina bífida, y esto se ha relacionado a la carencia de ácido fólico.
Se debe considerar evitar frutas y vegetales ricos en azúcares, es este el caso de peras, uvas, banana, níspero, remolacha, y así evitar el aumento de peso desmedido. Otras medidas como disminuir la comida rápida, y mejor aún eliminar su consumo son fundamentales, pues para tener una salud adecuada debemos ingerir nutrientes de alto valor, y las comidas rápidas tienen gran cantidad de grasa que pueden aumentar la grasa corporal, pero peor aún, agravar la dislipidemia asociada al embarazo con frecuencia.
Otra clave para mantener un régimen alimenticio saludable es evitar ingerir bebidas carbonatadas y dulces, eliminar el azúcar refinado y sustituirlo por otros aditamentos mas saludables para mejorar el sabor de tus alimentos, como la fructosa o la miel.
Todo esto ayudará a mejorar la resistencia a la insulina, y disminuirá un poco la incidencia de recién nacidos macrosómicos (mas grandes y pesados de lo normal), condición que desencadena una serie de riesgos y complicaciones para el bebé. Es de gran utilidad aumentar el consumo de alimentos ricos en grasas buenas como nueces, almendras y similares.
Tercero: Fracciona tus alimentos en cinco a seis porciones al día. Esto te ayudará a tener niveles de glicemia estables en el tiempo, y así mejorará la actividad metabólica en general. Las porciones de comida pueden enmarcarse en tres comidas fuertes y dos a tres meriendas consistentes en frutas y vegetales preferiblemente.
Esta medida también disminuirá los episodios de hambre, pero cuidado, porque comer con mas frecuencia de ninguna manera debe significar comer en exceso. Se trata de consumir la misma cantidad de alimentos pero fragmentada en mayor cantidad de porciones para un día, es un mito urbano eso de que «debes comer por dos», pues en realidad debes comer para dos, en porciones para uno.
Tiene mas importancia tener en cuenta el valor nutricional de los alimentos que la cantidad de los mismos. Es sumamente importante cumplir horarios de alimentación, que no sobrepasen las cuatro horas entre una y otra porción. Disminuye el consumo de harinas refinadas, intenta incluir alimentos ricos en fibra, si se trata de cereales, que tu mejor opción sean las integrales para mejorar tu tránsito intestinal.
Cuarto: Abundante agua. El cuerpo humano necesita de agua para realizar todas sus funciones, desde las mas básicas a las más complejas, pero recuerda también que durante el embarazo tu cuerpo va teniendo la necesidad de tener mas líquido, pues es necesaria para la síntesis del líquido amniótico, al igual que para la preparación de las mamas para la lactancia.
Es de vital importancia entonces que consumas una cantidad de agua adecuada al día, al menos dos litros. Evita entonces bebidas que sean estimulantes del sistema nervioso central, tales como el café y el té, las puedes sustituir por jugos de frutas, preferiblemente sin adicionar azúcar.
Quinto: Complementos vitamínicos. Son fundamentales en esta etapa, por múltiples razones. La primera de ellas el déficit de ácido fólico tiene consecuencias que pueden comprometer la vida del bebé, razón por la cual debe consumirse al menos 5mg de ácido fólico en tabletas al día. Otra particularidad es que debido a la ganancia obligada de la cantidad de líquido en el suero sanguíneo, disminuye la concentración de hemoglobina en la sangre, y esta es la proteína que se encarga de transportar el oxígeno a sus tejidos.
Para su síntesis es necesario tener adecuados depósitos de hierro en nuestro cuerpo y esto hace necesaria la ingesta de hierro durante el embarazo, para evitar la anemia y así las complicaciones relacionadas con ella durante el parto o la cesárea. Muchos obstetras prescriben también suplementos de L- carnitina para mejorar el desarrollo integral del bebé, al igual que el omega tres que esta implicado en la disminución del colesterol malo en la madre y en el mejor desarrollo neurológico del bebé.
El omega tres también se encuentra en ciertos pescados como salmón, atún, entre otros, que son recomendados siempre que no existan condiciones que contraindiquen su consumo, como por ejemplo la alergia a los productos del mar y que se consuman frescos.
Sexto: Suprimir los vicios. Evitar fumar, consumir drogas o bebidas alcohólicas es fundamental durante el embarazo, pues sus efectos sobre el feto son dañinos e irreversibles. Algunos autores defienden que algunas bebidas alcohólicas son permitidas con moderación, es el caso del vino tinto (algunos sostienen que diluido a partes iguales con agua) y de la cerveza, pero sin excesos.
Otros autores son radicales y lo contraindican absolutamente. En cualquier caso debes recordar que el hábito tabáquico aumenta los riesgos respiratorios para la madre al momento de la cesárea o el parto, y que en condición de obesidad, esto se suma a apnea de sueño por el peso, entre otras cosas. La dieta para las embarazadas con sobrepeso no debería incluir ninguna bebida alcohólica, estas tienen gran cantidad de calorías que no convienen en la tarea de aumentar el mínimo de peso posible durante esta etapa.
Séptima: Hacer ejercicio físico. ¿Qué es una dieta sin actividad física? Esto no cambia durante el embarazo, los dos son complemento perfecto. La caminata y la natación son disciplinas ideales para las embarazadas, mucho mas aquellas que tienen problemas metabólicos que originan el sobrepeso.
La actividad física mejora la función de los receptores de insulina y así disminuyen la resistencia a esta hormona (condición que se acentúa durante el embarazo), lo cual repercute positivamente en los efectos de la dieta para las mujeres embarazadas con sobrepeso. Esto también mejorará el estado de ánimo de la mujer, el cual puede estar afectado durante el embarazo, al igual que las condiciones cardiovasculares.
El embarazo es una etapa de la vida femenina digna de disfrutarse al máximo posible, es una de las mayores alegrías para la mayoría de las parejas estables, pero durante ella pueden existir muchas condiciones desagradables y hasta adversas que opacan el brillo de esta hermosa vivencia.
Es ideal que se optimicen las condiciones de la mujer para que su hijo se desarrolle de manera adecuada, pero también para llegar al parto en las mejores condiciones posibles. Mamitas pasaditas de peso están en la obligación de procurarse un mejor estado de salud, no sólo por ellas sino por sus hijos, y todo es posible con fuerza de voluntad.
Siendo una mujer con sobrepeso, puedes permitirte disfrutar de tu embarazo mejorando tus condiciones de vida, y los esfuerzos rendirán sus buenos resultados sobre quien tanto quieres: tu propio hijo. Anímate a adecuar tu alimentación y tu estilo de vida a la llegada de ese nuevo ser que traerá tanta felicidad a tu vida, adopta adecuadamente una dieta para embarazadas con sobrepeso y verás que no te vas a arrepentir, cuando te desanimes o caigas en tentaciones, piensa en tu bebé que merece tener una mamita saludable y feliz.